El par de patines más antiguo del mundo se encontró en el fondo de un lago en Suiza. Se cree que fueron hechos y usados alrededor del año 3000 Antes de Cristo y esos patines estaban elaborados de huesos y tiras de piel.

Se continuaron usando patines de hielo hechos de hueso hasta el siglo XIV, cuando a los holandeses se les ocurrió usar dos plataformas planas, una de madera y otra de metal, atadas a los pies, para deslizarse sobre el hielo, utilizando bastones para impulsarse y dar dirección a su deslizamiento .

En 1500 se inventaron cuchillas de metal que se ataban a los zapatos y con esto la gente comenzó a patinar sin la necesidad de bastones.

En 1848 inventaron las primeras abrazaderas de metal para los patines, que no eran nada cómodos, así que sólo se podía patinar por breves periodos, siendo necesario quitarse los patines constantemente para descansar los pies.

En 1859 un canadiense desarrolló botas para patinar a las que se les ataban las cuchillas, con correas y que permitían estar más tiempo deslizándose sobre el hielo. Esto era todo lo que se necesitaba para que naciera el patinaje artístico.

A finales del siglo XIX, el patinador estadounidense, y ex bailarín de ballet, Jackson Haines, considerado el padre del patinaje artístico moderno, tuvo la ocurrencia de que las cuchillas metálicas estuvieran atornilladas directamente en las botas.

Por esa misma época, los británicos crearon en Londres la primera pista de patinaje, congelada artificialmente, y la llamaron el Glaciarium. ¡La gente ya no tenía que esperar a que se congelaran aguas naturales para practicar el patinaje sobre hielo!

En 1914, de nuevo en los EEUU, se inventó la cuchilla larga para patín de hielo, de una sola pieza, que brindaba más ligereza y fuerza a los patines.

El resto del siglo XX y lo que va del XXI, la evolución de los patines e hielo ha dejado de enfocarse en los aditamentos, para dedicarse a mejorar diseños y materiales.